Nuevamente
los trabajadores del Registro Civil, en todo el país, se ponen de pie
por sus demandas no resueltas. Se trata de una movilización en
conocimiento de las autoridades, quienes nada hicieron por evitar que se
concretara.
No
es que los trabajadores resolvieran de un día para otro parar sus
labores, ni que Nelly Díaz sea la más mala entre las malas, aunque
algunos imbéciles pretendan exponer lo contrario a través de mensajes y
otras expresiones anónimas y cobardes, reproducidas rápidamente por los
medios de comunicación.
No
hay que hacerles caso Nelly. Los que te conocemos te instamos a seguir
en esa línea y con la misma firmeza. Es lo que un dirigente sindical
debe hacer siempre.
La
campaña del gobierno apunta a demonizar el conflicto, descalificar la
movilización y a sus dirigentes. Hablan de una paralización ilegal,
calificándola incluso de inconstitucional, como si la Constitución que
nos rige fuera un instrumento digno de respetarlo.
Los
trabajadores del Registro Civil no están contra otros trabajadores, que
reclaman con justicia poder hacer sus diversas gestiones. Aunque el
gobierno y los medios de comunicación hacen todo lo posible por
convencernos de lo contrario, cada ciudadano debe entender que lo que
aquí corresponde es solidarizarse con los que reclaman solución a sus
demandas, porque eso es lo que permitirá que se preste un mejor
servicio.
El paro de los trabajadores del Registro Civil es un hecho concreto de rebeldía.
Así debe ser asumido y reproducido hacía las bases por todas las organizaciones sindicales.
¿Se
mantendría aún el paro si todos los que rechazamos el modelo
estuviésemos ahí, junto a nuestra compañeras y compañeros del Registro
Civil? Lo mas probable que no y es la gran lección que debemos asumir de
una vez. Todos a una en la acción más que en el discurso y las
declaraciones. Aunque algo tarde, la paralización de la ANEF es un
ejemplo cierto de solidaridad que debe ser imitado.
La
acción de los trabajadores del Registro Civil debiera ser asumida por
los millares de abusados en el país. Sin embargo, algo sucede, ya que
pese a los sucesivos golpes del sistema a los derechos laborales,
sociales y civiles (léase reforma tributaria, laboral, colusión en
farmacias, pollos, PENTA, SQM y recién no mas el papel confort y
derivados) los afectados no reaccionan, parecen pegados al piso, van
mirándose la punta de los pies o enganchados en sus celulares, en un
ritual que tiene mucho de abstracción del entorno.
Contra
esto tenemos que actuar. TODOS podemos y debemos rebelarnos contra lo
que está destruyendo nuestras vidas y el primer acto de rebeldía tiene
que ser contra la apatía y la desesperanza que nos carcome el pecho.
Unidos
somos más, una fuerza capaz de arrasar con el sistema hasta sus
cimientos y construir las bases de una nueva sociedad, justa, digna y
solidaria.
Nuestra
tarea, la de los que estamos en las directivas de las organizaciones,
es explicar, convencer a socios y no socios de que es posible oponerse a
los dictados – hasta ahora intocados – de quienes detentan el poder.
En
seguida salir a la calle, las plazas, las empresas, los estadios,
todo espacio donde se reúnan ciudadanos, a educar e incentivar la
rebelión, un acto humano que corresponde primeramente al individuo que,
convencido, verá como algo vital hacer parte de este acto sublime a
todos quienes le rodean.
¿COMO REBELARSE CONTRA EL SISTEMA?
Expresando
a través de los mecanismos e instrumentos que cada ciudadano u
organización consideren válidos, el rechazo a las condiciones laborales,
económicas y sociales que vivimos, que dañan a nuestras familias y
nuestro entorno en el día a día.
Lo
que nos afecta no es producto de uno u otro gobierno (todos serán lo
mismo mientras en el gobierno no se refleje el pueblo y su sentir) es el
problema del capital, por que es éste quien manda e influye en los
gobiernos de turno y el parlamento, para que se dicten leyes que le
beneficien y permitan mantener sus privilegios.
Conversando
con todos, invitándolos a todos, hasta que se entienda de una vez que
no solo hay que hablar del descontento, sino también expresarlo en
acciones concretas.
Los
trabajadores nos hablan de su dolor ante el abuso, pero también dan
cuenta de su temor a realizar acciones de rebeldía, ya que pueden ser
consideradas como atentatorias contra la empresa y pueden ser
sancionados por ello.
Es
una verdad y debemos asumirla. He aquí la parte más importante de
nuestro trabajo. Transformar la desesperanza en esperanza, la apatía en
ganas de hacer cosas.
Nada
hay más importante que la fuerza de trabajo humana y debe ser repetido
como un mantra por cada abusado, hasta transformarse en acción
constante, en un muro indestructible.
Ir de lo individual a lo colectivo, convencer a cada uno que la victoria solo se obtiene unido a los otros.
Para hacer de la rebeldía una acción concreta, aquí van algunas ideas.
*
Contacte con la CGT y demás organizaciones del CIUS, pídales material
informativo e invite a un compañero de trabajo, un amigo, un familiar, o
vaya solo hasta que logre convencer a otro, a cualquier lugar donde se
concentren personas, (ferias, Metro, malls, otros) distribuya y
converse.
*
Si está en un Sindicato invite a los dirigentes y a quienes están
libres de turno. Pueden entregar propaganda a la entrada del lugar de
trabajo, ir a las Inspecciones del Trabajo, siempre habrá alguien a
quien la información le ayude.
Se
pueden apoyar haciendo un lienzo o una proclama en la que explican las
razones de su rebeldía, como por ejemplo QUEREMOS PAGO DE LOCOMOCION POR
DIA TRABAJADO.
*En
el horario de colación pueden resolver no ingerir los alimentos y
realizar una asamblea, o bien golpear las cucharas o cubiertos contra
las mesas. Todos sabrán que ese ruido es una forma de rebeldía y reclamo
de mejores condiciones.
*Si
son varios los sindicatos en una cuidad o región, hay que trabajar para
unir a todas las directivas y socios liberados de turno, marchar hacia
una oficina gubernamental, pararse en el frontis con un lienzo alusivo,
banderas y entregar propaganda.
*
Todas aquellas acciones que sean expresión del descontento pueden y
deben realizarse, cuidando siempre hacer participes a los trabajadores.
Ya verá como un día “seremos miles, por todo Chile”. Que espera para intentarlo?
Si
está solo y no tiene aún organización, vaya a las organizaciones del
CIUS y converse con ellos. De seguro descubrirán como pasar de lo
individual a lo colectivo.
Lo
único que no puede hacer es seguir aguantando que lo frieguen. No
importa la fecha ni el estado del tiempo. Usted puede y debe REBELARSE
CONTRA EL SISTEMA este 5 de NOVIEMBRE DE 2015.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE